
12 Abr Historia del concepto de TDAH
El concepto de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad ha generado, y sigue generando, mucha controversia. Tanto en el campo de la psicología y la psiquiatría, como en el de atención a los menores, en los usuarios y sus familias. El hecho de que todavía no se haya podido determinar un origen causante claro hace que sigan emergiendo diversas opiniones encontradas.
Los primeros estudios
Alrededor de finales del siglo XVIII era complicado hablar de casos de trastorno en niños, ya que todavía no se tenía el concepto y el conocimiento de ellos que tenemos ahora. Por una parte, en aquella época no se les atribuía razón a los niños y, por otra, se consideraba que un trastorno era una alteración de la razón. Por lo tanto, no era aplicable de ninguna manera y, en los casos de hiperactividad o falta de atención en los niños, se lo achacaban a su condición de infante. En esta línea de pensamiento podemos encontrar al psiquiatra Esquirol.
Sin embargo, Alexander Crichton, médico francés considerado uno de los padres de la psicopatología moderna, documentó síntomas de un trastorno similar al TDAH. Señalaba la inquietud en los menores, su falta de atención y su constante movimiento. Propuso que estos niños recibieran educación especial y también indicó que, por lo general, los síntomas desaparecerían en la etapa adulta.
En 1901, George Frederic Still, pediatra de origen inglés, describe en las conferencias Goulstonianas a un grupo de 43 niños con lo que se ha denominado la primera descripción clínica moderna del TDAH. Still habla de comportamientos impulsivos, hiperactivos, desafiantes y falta de atención. Como los niveles de inteligencia en los menores afectados eran normales, pensaba que los problemas de comportamiento podían ser causa de “un defecto en el control moral”.
Entre el 1917 y el 1918 hubo un aumento de pacientes que presentaban este tipo de síntomas debido a las epidemias de encefalitis. Los pediatras de la época asociaron estos comportamientos a los daños cerebrales generados por la enfermedad. Conforme fueron creciendo los niños afectados, vieron que la mayoría no continuaban con la sintomatología y que su nivel de inteligencia era bueno. Entonces cambiaron el nombre del estado a “daño cerebral mínimo”.
Las conductas hiperactivas se atribuían a su condición de niños
El trastorno con síntomas similares al TDAH apareció por primera vez en el “Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales” (DSM), de la American Psychiatric Association, en 1968. Recibía el nombre de “reacción hipercinética de la infancia”, que se consideraba el principal síntoma de la hiperactividad.
A mediados de la década de los 50, hubo un medicamento ampliamente utilizado para tratar pacientes hiperactivos: el Ritalin. Los profesionales seguían pensando que la hiperactividad era una condición ligada a la infancia que se superaría con el paso del tiempo.
Durante la década de los 70, la investigación académica y médica empezó a enfocarse en los síntomas de falta de atención del TDAH como comportamiento. Las doctoras Virginia Douglas y Susan Campbell determinaron que la falta de atención, de concentración y la ensoñación estaban relacionadas con la impulsividad verbal, física y cognitiva. La versión del DSM de 1980 incluye conjuntos de criterios para el diagnóstico del TDA con y sin hiperactividad.
A finales de los años 80, los investigadores concluyeron que el trastorno estaba causado por el cerebro o por la traducción incorrecta del mismo sobre la información que recibía. La American Psychiatric Association asignó entonces el nombre de “déficit de atención con hiperactividad”. Definió tres subtipos principales: el subtipo predominantemente inatento, el predominantemente hiperactivo-impulsivo y el subtipo combinado. La Asociación Médica Americana ha declarado que éste es el trastorno más ampliamente investigado de la conducta y que su causa exacta sigue siendo desconocida.
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