14 May Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad en adultos
El TDAH es un trastorno que comienza en la infancia y, ya en ella, se pueden observar sus síntomas. En algunas ocasiones, ya sea porque los síntomas son leves o porque se puedan achacar a su condición de niño, no es diagnosticado y se llega a la etapa adulta sin conocimiento de este aspecto.
En la adultez puede resultar más complejo ver los síntomas, ya que pueden no ser tan claros como en los niños. La hiperactividad puede disminuir, pero los problemas de impulsividad, inquietud o dificultad para concentrarse persisten habitualmente. Otro aspecto que puede hacer que el TDAH pase desapercibido es que los síntomas, muy frecuentemente, se asocian a otras afecciones, como pueda ser la ansiedad.
¿Cómo distinguir entre un comportamiento típico y el TDAH?
Es habitual que todas las personas tengan, en algún momento de sus vidas, síntomas similares al del TDAH. Cuando padecemos este trastorno, normalmente nos genera dificultades y malestar en nuestro día a día. El olvido de eventos importantes, dificultad para organizarse, confrontaciones causadas por la impulsividad o la impaciencia, etc. seguramente acaben haciendo mella en nuestra vida y nos pueda generar frustraciones, falta de autoestima o abuso de sustancias. También es frecuente que se genere una dificultad mayor para obtener un mejor rendimiento de los estudios, relaciones estables o mantenimiento del empleo. Por ello se suelen dar con frecuencia otras afecciones como puede ser la depresión, trastornos de ansiedad o de personalidad.
Un aspecto fundamental a la hora de cuestionarnos si tenemos TDAH es observar desde cuándo padecemos los síntomas o alguna de las consecuencias que hemos nombrado anteriormente. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad aparece en la infancia, por lo que puede ser muy clarificador si vemos que algunos de estos aspectos nos han acompañado desde entonces.
Síntomas habituales en adultos con TDAH
Algunos de los síntomas más frecuentes en adultos suelen ser:
- Impulsividad
- Desorganización y problemas para establecer prioridades
- Cambios de humor frecuentes
- Problemas para concentrarse en la tarea que se está haciendo
- Problemas para enfrentar el estrés
- Temperamento irascible
- Escasa planificación
- Baja tolerancia a la frustración
- Falta de habilidad para organizarse el tiempo
- Actividad excesiva o inquietud
- Problemas para enfrentar el estrés
- Problemas para realizar varias tareas a la vez
- Problemas para realizar tareas y terminarlas
Causas
A pesar de que se continúa investigando, todavía no se sabe con exactitud la causa del TDAH. Se señalan como posibles causantes principalmente la genética, ya que se baraja la posibilidad de que sea hereditario, y problemas durante el desarrollo, debido a que los problemas en el sistema nervioso central en esta etapa pueden tener influencia.
Otros aspectos como la educación, el entorno social, hábitos diarios o el consumo en exceso de azúcares, se contemplan como factores que pueden ayudar a empeorar el trastorno, pero no como causantes principales.
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