28 Sep ¿Cómo afrontar las explosiones de ira en niños con TDAH?
Que los niños tengan enfados y sentimientos de frustración es algo habitual y completamente normal. Todavía están desarrollando su personalidad y conociendo el mundo que les rodea, así como interiorizando diferentes sensaciones y experiencias.
En el caso de los niños con TDAH, estos enfados pueden alcanzar un nivel mayor, sobre todo cuando predomina el carácter hiperactivo/impulsivo o si el trastorno va acompañado también de un Trastorno Negativista Desafiante.
Podemos enfrentarnos a casos en los que las explosiones de ira conlleven la generación de problemas en el entorno social que rodea al niño. El enfado es expresado de una manera agresiva y violenta, en la que no le es posible controlar la emoción. Esto conlleva desgaste y sufrimiento, tanto para las personas que forman parte de la cotidianeidad del menor, como para el propio menor.
Aun así, podemos intentar adelantarnos a la situación, aprendiendo a observar las señales de aviso previas que suelen aparecer, así como aquellos factores que suelen desencadenar estos ataques de ira. De esta manera, podremos intervenir con anterioridad, evitando que los episodios se vuelvan incontrolables.
¿Qué podemos hacer?
Aunque no siempre es fácil, es imprescindible mantener la calma y no dejar que la situación se nos escape de las manos.
Recuerda que no es nada personal
Es fácil que nos sintamos así, pero debemos recordar que el ataque no es hacia nosotros e intentar observar la situación desde el prisma del menor, para comprenderla mejor.
Tiempo fuera
En estas situaciones, nuestra propia tensión también aumenta. Por ello es recomendable retirarnos unos minutos y esperar a que se nos baje un poco la emoción que nos haya podido invadir. De esta manera evitaremos tener conductas que no sean apropiadas y de las que luego nos podamos arrepentir.
También es recomendable retirar al niño de aquello que le genera ese malestar, siempre que sea posible.
Evitar culpar al niño
Aunque estos episodios siempre nos hacen daño, es importante evitar culpar o guardar algún rencor hacia el niño. Los niños con TDAH tienen mayores problemas para controlar sus emociones, no es algo que hagan deliberadamente.
Háblalo
Hablar con otros padres o los profesores sobre lo sucedido, además de ayudarnos a desahogarnos y sentirnos apoyados, nos ayudará a ver otras posibles medidas de abordar la situación.
La comunicación con el menor siempre es importante, hacerle ver que tenemos interés en ver qué le ocurre, en comprenderle, escucharle y ayudarle a poner palabras a sus sentimientos.
Deja que el niño exprese su ira
Siempre de forma segura, dejar que el niño exprese su ira hará que libere toda esa energía, para después quedarse más calmado y poder hablarlo (como por ejemplo golpear un cojín o superficie blandita).
Esperaremos a que el niño se calme para poder intentar hablar de la situación de forma más tranquila. Si el menor no sabe expresar sus sentimientos, siempre podemos recurrir a que lo exprese mediante el dibujo.
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